En el texto, la imaginación se muestra inofensiva en un comienzo, pero poco a poco se empieza a descontrolar hasta llegar a tal punto que ya no se distingue lo real de lo irreal. Al final se convierte en una imaginación excesiva y contagiosa sin control ni restricciones por parte de los padres, provocando, así, el trágico desenlace final. También el texto se puede interpretar de tal forma que alude a la problemática de la falta de comunicación entre hijos y padres y la excesiva confianza que estos otorgan a sus hijos.
Se presenta caos en el texto cuando te empieza a narrar el como “y rompieron la bombilla encendida de una lámpara de la sala. Un chorro de luz dorada y fresca como el agua empezó a salir de la bombilla rota, y lo dejaron correr hasta que el nivel llego a cuatro palmos.” Y esto causa un rompimiento de los esquemas y es cuando el lector empieza a buscar cualquier indicio que le ayude a encontrar un sentido a ese contexto. Y este lo da hasta el final diciendo “de beberse a escondidas un vaso de brandy de la botella de papá. Pues habían abierto tantas luces al mismo tiempo que la casa se había rebosado, y todo el cuarto año elemental de la escuela de San Julián el Hospitalario se había ahogado en el piso quinto del número 47 del Paseo de la Castellana.” Así entonces nosotros podemos encontrar el orden en ese caos de ideas que nos presenta García Marquez.
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